Por segundo año consecutivo Cádiz vivirá este domingo de Corpus Christi una celebración íntima que se desarrollará en el interior del primer templo diocesano. La pandemia marca la festividad en la Catedral de Cádiz en la que de nuevo se respetarán las medidas establecidas para evitar la propagación del virus: mascarillas, toma de temperaturas y un aforo limitado a 220 personas.
Con estas circunstancias, en la plaza de San Juan de Dios no luce la alfombra de sal y arena ni tampoco las hermandades han preparado sus altares en las calles. Por su parte, la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, siempre presente en esta festividad, permanece en su templo de Santo Domingo, donde el misterio de Sagrada Cena preside el altar, y tampoco estarán en esta jornada los niños que han hecho su Primera Comunión.
Se afronta de nuevo un Corpus diferente que llega tras una semana de vísperas en la que se han llevado a cabo distintos actos, como el de los ‘Gozos del Corpus’, que sin duda ha supuesto una novedad dentro de una programación que aún tiene bastante margen de mejora. El encuentro del obispo con la Juventud en el colegio Salesianos y el acto de Adoración Eucarística de las corporaciones gaditanas celebrado anoche, cerraban la planificación prevista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario