Aunque basada en un hecho más o menos histórico: el asesinato del Rey Gustavo III de Suecia durante un baile de máscaras, en 1792, resultado de una conspiración política tramada por un grupo de nobles opositores a su gobierno, lo cierto es que Verdi tuvo enormes problemas con la censura para estrenar su nueva ópera. Libretistas y compositor se ciñeron tan fielmente al texto original de Scribe, que los censores del Nápoles absolutista, donde se había encargado la obra y donde estaba previsto su estreno, no dieron su visto bueno y exigieron a Verdi algunas modificaciones. Éste marcha a Roma confiando en encontrar una censura más tolerante que en efecto lo fue; no obstante ciertos cambios también fueron ineludibles: no se podía representar la muerte de un soberano en escena, ni ningún personaje relacionado directamente con la monarquía, ni caso de infidelidad, la acción se traslada de Estocolmo a Boston, el rey Gustavo III pasa a ser el conde y gobernador Ricardo… y así hasta llegar a la versión que conocemos hoy aunque, desde hace unas décadas, se ha ido devolviendo a los personajes sus nombres originales.
En cualquier caso, sean los nombres que sean y acontezca la acción donde acontezca, el drama fluirá bajo la sombra de un amor imposible, los celos, la traición y el crimen, todo ello matizado con ciertos tintes sobrenaturales personificados en la hechicera y sus profecías.
Un ballo in maschera es el deslumbrante resultado de la madurez creativa de Verdi.
Llena de poesía, fuerza y expresividad, de gran colorido musical e intensa caracterización de los personajes, se consideró el mayor éxito de Verdi después de Il trovatore, estrenada seis años antes. Son numerosos los momentos memorables y las arias para el lucimiento de los solistas: ‘La rivedrà nell’estasi’, ‘Di tu se fedele’ y ‘É scherzo o è follia’ de Riccardo o ‘Alla vita che t’arride’ de Renato; ‘Ecco l’orrido campo’ y el dúo ‘Teco io sto’, uno de los más bellos e inspirados del compositor, la doliente ‘Morrò, ma prima in grazia’ de Amelia y la mejor aria para barítono probablemente escrita por Verdi: ‘Eri tu’ de Renato en el tercer y último acto.
Más información aquí