Ya no hay lugar a dudas. La pandemia ha demostrado que la enseñanza puede desarrollarse 100% online, pero, aunque sea posible, ¿es este el camino que tomará la educación en el futuro? “El campus nómada será una parte de nuestra vida de aprendizaje, sea cual sea nuestra edad”, señala Stephen Heppell, director de la Cátedra Felipe Segovia en Innovación para el Aprendizaje de la Universidad Camilo José Cela (Institución Educativa SEK).
El poder contar con profesores y expertos de todo el mundo sin importar donde se encuentre el centro educativo es una ventaja inmensa a la que ya no se está dispuesto a renunciar. “Trabajar en proyectos colaborativos online con compañeros y profesores de otros países, escuchar intervenciones de expertos y profesionales que están en su lugar de trabajo durante las sesiones de clase… Todo esto es muy positivo, enriquece el aprendizaje y lo hace más participativo y eficaz”, expone Rosa Visiedo, rectora de la Universidad CEU San Pablo. por esa internacionalización del aprendizaje, Heppell considera que, al igual que es muy importante trabajar con estudiantes y profesores de todo el mundo, también lo es comprender el mundo inmediato que nos rodea: la flora, la fauna, los pequeños detalles bajo los pies, la cocina, la sabiduría de los ancianos… “Conocer el contexto, la comunidad y la cultura será muy valioso”, destaca el director.
El aprendizaje será híbrido, con horas presenciales y telemáticas
Sin embargo, por muy ventajosa que sea la educación online, “una pantalla no podrá sustituir nunca el contacto personal entre los miembros de una comunidad educativa”, sentencia Visiedo. Algo que Cristina Hebrero, socia de people & change de KPMG en España, ve todavía más real en el caso de los primeros niveles de educación.
“No visualizo una enseñanza 100% online en los niveles educativos tempranos de enseñanza escolar. En estas etapas iniciales de la vida, la educación persigue un objetivo mucho mayor que el puro aprendizaje. Los niños deben socializar, madurar como personas, adquirir una serie de valores, experimentar vivencias… y esto requiere sin duda mucha más presencialidad”, argumenta, aunque no descarta el modelo híbrido.
LAS CLAVES
Empresa. “La formación se acercará más a las compañías y a sus necesidades para mejorar la empleabilidad de los estudiantes formando un ecosistema empresas-centros educativos”, dice Visiedo, rector del CEU.
Personalización. “La educación será individual y se consumirá con patrones parecidos al ocio audiovisual de forma asíncrona, virtual e híbrida”, pronostica Hebrero, socia de KPMG.
Metaverso y realidad virtual y aumentada. “La tecnología acercará las pirámides de Egipto; practicar cirugías en cualquier lugar, o traer virtualmente a un personaje histórico, añaden en KPMG.
Cambio. Para Heppell, el aprendizaje estará lleno de curiosidad, ingenio y comprensión profunda, con personas aprendiendo juntas, y las reglas y la repetición se dejarán a los ordenadores.
100% online. Los niveles introductorios se impartirán online, de forma asíncrona, con una modalidad de autoservicio (self-service), y el aprendizaje será aún más para toda la vida.
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