Franz Jägerstätter vivía bastante tranquilo y feliz con su esposa y sus tres hijas en su granja en Sankt Radegund, en los Alpes austriacos. Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte de sus vecinos se sumaron sin muchos miramientos al nazismo, pero Jägerstätter decidió, apoyado por su esposa, negarse a prestar juramento de apoyo a Hitler. También rechazó ir a la primera línea de fuego, pidiendo ser paramédico, hecho que el régimen nazi no toleró y por eso fue juzgado en Berlín. Jägerstätter fue el único objetor de conciencia en el lado nazi. Terrence Malick decidió que esa era una historia acorde a su cine, y así rodó Vida oculta, una película que ha estado tres años montando hasta su estreno en la pasada edición de Cannes (dedicó tanto tiempo a la edición que en ese tiempo murieron dos de sus actores, Michael Nyqvist y Bruno Ganz). HOY viernes se estrena Vida oculta, y aquí te ofrecemos EL TRAILER
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