El desperdicio de talento sénior no solo se produce en el mercado laboral, donde cientos de miles de personas de 50, y hasta 45 años, son arrojados al desempleo de larga duración, sino que la pérdida de su experiencia y valor profesional se perpetúa y llega más allá de la jubilación. Sucede, por ejemplo, con las labores de voluntariado, a las que más del 75% de los mayores aseguran que no pueden, o les resulta muy complejo acceder, por culpa del desconocimiento.
Esta es una de las preocupantes conclusiones de la Encuesta Talento Sénior elaborada por 65YMÁS, diario de referencia de este segmento de población, según la cual, el 42% afirma que la causa principal de no realizar trabajos como voluntarios es que no existe una relación de proyectos, ni conocen qué instituciones ofertan ese tipo de actividades. Asimismo, para el 33% de los encuestados, la razón es el desconocimiento de las oportunidades existentes en los diversos campos de actuación.
Fuente: Encuesta Talento Sénior 65YMÁS
La Encuesta de 65YMÁS, confeccionada mediante 3.366 respuestas, vía online, con un 67,9% de participantes hombres y un 32,1% mujeres (el 73% entre 60 y 75 años, y nivel educativo repartido entre un 53,5% con estudios secundarios, 37,6% universitarios y 8,9% primarios o inferiores), desvela asimismo que los cuidados y el dinero imposibilitan al 25% para las labores sociales.
Más en detalle, casi el 12% explica que la mayor dificultad para colaborar como voluntario es la falta de tiempo libre para hacerlo, debido a que se dedican a tares de ayuda a familiares. Y otro 13% argumenta que les frena el tener que buscar formas para mejorar la pensión y el conjunto de sus ingresos.
Motivación y reconocimiento, otros frenos
Varios estudios realizados en nuestro país, entre ellos, el Barómetro del voluntariado en España (Plataforma del Voluntariado, 2019) y El papel del voluntariado en el envejecimiento activo (Fundación Mutua Madrileña, 2017), coinciden básicamente con la Encuesta de 65YMÁS, y a la carencia de información añaden estos otros factores: no existe adaptación en los trabajos de voluntariado a las necesidades y preferencias de los mayores; falta de motivación para unirse a las actividades; y tratarse de una labor que no goza de reconocimiento.
Otra poderosa razón que, de facto, impide el acceso de los mayores al voluntariado es, al decir de estos estudios, el no disponer de tiempo, debido a cuidados de familiares, o a la propia edad.
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