Para favorecer el aprendizaje digital de las personas mayores, la ciberseguridad es vital, dado que aporta tranquilidad, elimina angustias, genera confianza en el entorno, y facilita la superación de barreras.
De hecho, la ciberseguridad representa un derecho humano que debe asegurase mediante políticas que garanticen la privacidad, el consentimiento de información y la autonomía. Particularmente, la diversidad de edad en la red requiere medidas específicas para evitar riesgos emergentes de desinformación, delitos cibernéticos y problemas de seguridad y de privacidad.
Como ejemplo, la agencia americana para la ciberseguridad CISA publica en su portal de formación a mayores una guía educativa en la que destaca los puntos clave para asegurar la seguridad de las personas mayores que empiezan a utilizar internet y otros recursos digitales. Estas recomendaciones de buenas prácticas son resumidas en 10 puntos clave por la web Protect seniors online:
• Crear contraseñas elaboradas y seguras
• Añadir procesos de doble verificación en todas las cuentas digitales
• Pensar antes de actuar en relación con correos electrónicos y avisos que puedan ser malignos
+ En caso de duda, eliminar los correos o mensajes que puedan ser malignos
* Compartir contenidos con cuidado y evitar compartir la ubicación
* Utilizar softwares de seguridad
* Utilizar el firewall de seguridad del ordenador
* Asegurarse de cerrar sesión al finalizar el uso
Considerar pedir ayuda a familiares o amigos cuando se necesite
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