lunes, 21 de agosto de 2023

Las ciberestafas son el tipo delictivo por internet que más aumenta en España. «El banco dice que fue voluntario y el seguro no me cubre nada»

 


El acelerón de la tecnología que facilita la vida y permite resolver casi cualquier gestión o necesidad en apenas unos clics hace del ciberespacio un terreno cada vez más fértil para la delincuencia. El primer avance estadístico de 2023 del Ministerio del Interior lo confirma: la cibercriminalidad en España se ubica entre los tres tipos de infracciones penales con mayor repunte.



El Balance Trimestral de la Criminalidad en el país muestra un aumento del 13,8% de la cibercriminalidad respecto al mismo periodo de 2022. El informe preliminar del Interior identifica que las ciberestafas son la principal práctica delictiva de la que son víctimas los españoles. De enero a marzo hubo un13,7% más denuncias por timos electrónicos en el territorio español, según los datos oficiales.

De acuerdo con los números reportados en el Sistema Estadístico de Criminalidad, que se computan a partir de los registros de la Policía Nacional, la Guardia Civil, las Policías Autonómicas y las Policías Locales, de enero a marzo de 2023, España ha acumulado 107.879 ciberdelitos, de los cuales 96.561 corresponden a estafas informáticas. Son 11.672 más que los denunciados en el primer trimestre del año pasado.

La estadística no revela un hecho aislado, sino que advierte de un aumento sostenido que a 2022 era de 379% en apenas seis años. El año pasado, España cerró con un incremento del 22,9% de los delitos telemáticos sobre 2021, situándose esta práctica delictiva por debajo de los hurtos (30,2%), pero por encima de los robos con violencia e intimidación (20%). 

Por tipos penales, las autoridades atendieron 336.778 casos de estafas a través de internet de enero a diciembre de 2022: el 89,7% de toda la cibercriminalidad y el 14,5% de toda la delincuencia registrada ese año.

Desconfiar, en la web no todo es lo que aparenta

El incremento reflejado en el comportamiento de la criminalidad en España son un nuevo aviso del acecho de la delincuencia en el ciberespacio y de que, para aprovechar la cada vez más demandada tecnología útil, la sociedad debe tomar medidas de autoprotección.

En internet no todo es lo que aparenta, «hay que desconfiar», recomienda Gorka Sánchez, director de operaciones de Veridas, una 'startup' española especializada en soluciones de identificación digital y autenticación biométrica.

El experto explica que el avance tecnológico, del que es imposible quedarse al margen, exige ser más conscientes de que ese universo de facilidades que ofrece, y que ya son parte de los nuevos hábitos de vida, también implican un riesgo latente, que puede ir desde la vulneración de información personal hasta afectaciones económicas. 

Esto lo sabe bien 'Pablo', un residente de Alcalá de Henares que en julio de 2022 colgó un aviso en la plataforma de compra-venta Wallapop y en apenas unas horas cayó en una estafaque frustró su plan de amortiguar el costo de un nuevo ordenador con la venta del que había comprado hacía menos de un año, pero que no tenía la capacidad para soportar los programas de diseño que requería para su nuevo empleo.

«Vendo un ordenador portátil marca Lenovo, menos de un año de uso, € 450.00», decía el aviso que 'Pablo' publicó en la popular plataforma. En las primeras dos horas recibió varias contraofertas, pero -explica- «la cantidad que pedía era el mínimo que esperaba y cuando me contactó esa persona que no me proponía bajar el precio, sino que me pedía detalles de las características técnicas del ordenador, lo prioricé. Intercambiamos contactos por WhatsApp y en la conversacióncometí el error de dejarle saber que era la primera vez que yo vendía algo por Wallapop, ahora sé que ese fue un error, pero en el momento todo fluyó en términos muy amigables; me generó mucha confianza», narra Pablo.

El falso interesado envió a Pablo un enlace que al darle clic le desplegó un sitio que simulaba el entorno de su banco y le indicaba introducir su número de cuenta para «autorizar» el ingreso de la cantidad acordada. Él siguió las indicaciones, confiando en que navegaba en un sitio seguro. «Era idéntico al del banco», dice. No obstante, había abierto la puerta para permitirle al estafador saquear su cuenta. Tras notar que en vez de recibir el pago se había generado un débito, vía WhatsApp el estafador intentaba tranquilizarlo «insistía en que era normal en las transacciones por medio de la plataforma» y que debía darle aceptar a una nueva ventana que «en realidad era una segunda autorización de débito», comparte. 

Aunque Pablo denunció el caso a la Policía y contactó de inmediato con su banco nada evitó la sustracción del dinero, «fue una operación que el banco clasifica como voluntaria y, según me explicaron, aunque yo haya actuado engañado realicé toda la operación, en esos casos el seguro no lo cubre y terminé perdiendo los 450 euros que quería obtener de la venta del ordenador». 

Las zonas más afectadas por los estafadores electrónicos

Las estadísticas del Ministerio del Interior muestran que delincuencia informática no crece de manera homogénea en España. Madrid, por ejemplo, pese a ser la capital y concentrar el dinamismo de la modernidad, no es donde más operan los estafadores electrónicos. 

Según el Balance Trimestral de la Criminalidad, Valencia es donde más están creciendo las operaciones de los ciberdelincuentes, con un 39% sobre el trimestre de 2022. Le siguen Andalucía (31,3%), Aragón (29,9%), Castilla La Mancha (24,3%) y Extremadura (23,4%).

Mientras la tendencia en el país es al aumento, Galicia (-29,5%), Ceuta (-24%), Melilla (-8,3%) y Asturias (-1,8%) aparecen con una tendencia a la baja de los delitos informáticos.

ENLACE A LA NOTICIA

No hay comentarios:

Publicar un comentario