martes, 6 de agosto de 2019

SAN ANDRÉS DE TEIXIDO. ¡VEN DE VIVO!


Comparto con ustedes la excursión que he podido hacer dentro de la MARIÁPOLIS 2019. 
La tradición gallega tiene una peculiar y estrecha relación con la muerte, pero curiosamente está cargada de recomendaciones ancestrales que son los vivos quienes deben cumplir. Una de ellas es la que manda peregrinar al menos una vez en la vida a San Andrés de Teixido, una ermita escondida en el interior de las Rías Altas. 

 

Y.. ¡cuídese mucho de no hacerlo! porque –y aquí viene la regañina de la tradición-: “ a San Andrés de Teixido va finalmente de muerto el que no fue de vivo. Y a lo peor le toca hacerlo ya como alma en pena o reencarnado en un lagarto, sapo o culebra...

Una vez allí hay que respetar varias tradiciones: la primera, comprar figuritas de pan en algunas de las tiendas de souvenirs religiosos. Luego, entrar en la ermita y rogar la bendición de San Andrés. Después, ir en busca de la fuente del Santo donde, dicen, hay que beber de los tres caños sin apoyar las manos en la pared de la fuente. Tras pedir los deseos se arroja al agua una miga de pan. Si flota, los deseos se harán realidad, pero si se hunde... ¡uf!… mejor no le digo lo que puede pasar si se hunde.


Tras mojar los labios en la fuente (se recomienda no tragar el agua pues no es potable), hay que bajar hasta la orilla del mar. 

En busca de la herba namoradeira (hierba de enamorar) y volver al santuario con el ramo. Se dice que para lograr el amor de quién se desee no hay más que ponerle un pétalo de la herba namoradeira en el bolso o bolsillo sin que la amada/o se percate... y la pasión está asegurada.

No todo iban a ser almas en pena en Teixido.

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