El pasado viernes la Comisión de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Cádiz celebró en el Palacio de Congresos la gala de los nuevos nombramientos de Hijo/a Adoptivo/a o Predilecto/a de la ciudad. Así, entre los elegidos de este año se encontraba Gabriel Delgado Álvarez, sacerdote de nuestra diócesis que se ocupó del Secretariado de Migraciones del Obispado de Cádiz y Ceuta, liderando también desde la Fundación Centro Tierra de Todos, la Asociación Cardijn y el espacio Tartessos, a partir de los años 90, la acogida de migrantes que cruzan la frontera sur huyendo del hambre, las guerras y la miseria. Fundó la Asociación Cardijn, el espacio Tartessos y desarrolló su labor a través de la Fundación Centro Tierra de Todos. En el año 2001 su brillante y humana labor fue reconocida con la medalla de Andalucía. Siempre fue un defensor de los derechos humanos, la tolerancia, la diversidad, la pluralidad, el respeto, la empatía, y la dignidad de las personas. El padre Gabriel nos dejaba el pasado 12 de noviembre a la edad de 75 años, dejando un gran dolor y vacío en nuestra diócesis por el gran trabajo realizado durante tantos años y por lo mucho que se le quería y apreciaba.
La encargada de recoger el galardón fue su sobrina, Rosario González Álvarez, quien agradeció en nombre de toda su familia la concesión de esta distinción. Rosario aseguró que «fue buen hijo, hermano, tío, padre… predilecto como para él fueron predilectos todas aquellas personas necesitadas de nuestra tierra». De esta manera, la sobrina del sacerdote hizo un breve repaso a la trayectoria de servicio del padre Gabriel hacia los más necesitados. «Ha sido una satisfacción para nosotros conocer el testimonio de estos muchachos, hoy hombres y mujeres, a los que Gabriel sirvió de faro y de guía en sus vidas. Y una última etapa, donde su acogimiento, su humanidad y disposición hicieron que aquellos que llegaron a nuestra tierra, a esta tierra, la tierra de todos, encontraran una mano amable, protectora e integradora, viendo en él a un padre».
De esta manera, el Ayuntamiento de Cádiz se sumó a los muchos reconocimientos que se están sucediendo desde su fallecimiento. Sin ir más lejos, el pasado mes de diciembre la Delegación del Gobierno de España en Andalucía le otorgó, también a título póstumo, el Premio Plaza de España, por haber dedicado su vida a luchar contra las injusticias y a construir un mundo mejor, y por su acogida, integración y protección de los migrantes y su entrega con los más desfavorecidos.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Cádiz también concedió de la Medalla de Oro para el colegio de Las Carmelitas por su 150 aniversario. El resto de distinciones concedidas por el consistorio gaditano recayeron sobre: Agustín Rubiales Plaza, Josefa Díaz Delgado y Juana Delgado Pacheco, hijos/as predilectos/as de la ciudad de Cádiz, y el título de hijo/a adoptivo/a de la ciudad de Cádiz a Teresa Torres Morgado, Juan Manzorro Burguillos, Carlos Díaz Medina y Pilar Moreno Paredes.
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