Procesión del Calvario; los maladrones atados están dispuestos para escenificar y asustar a más de un pequeñajo.
En esta procesión, se siguen representando escenas que se conservan desde siglos del Paso Antiguo, tales como: jugarse la túnica de Jesús, buscar al Cirineo en las tres caídas o la lectura de la sentencia en varias ocasiones… los apóstoles besarán los pies de Jesús en cada una de esas caídas.
Muchos son los personajes que saldrán: los Judíos: con su morrión de flores de vivos colores, su tocado de cintas y sus expresivas caretas de rostros realmente feos, que simbolizan la maldad. Los Sayones, con sus camisas floreadas con encajes y la comitiva de la Judea presidida por Pilatos, los dos escribas llamados “Moñitos” y “ la Pocla”
Los Apóstoles seguirán cubriéndose la cara con un “rostro” con la inscripción de su nombre sobre la cabeza. Desfilarán majestuosamente con sus túnicas y mantos de diferentes colores, adornados por lentejuelas.
Y los Soldados Romanos que son quizás los personajes más queridos de los pequeños y constituyen otro importante elemento identificador de la Semana Santa Iznajeña.
Al final el Viernes Santo se convierte en uno de esos días en los que vuelves a ver a todos esos familiares y amigos que hacía tiempo que no veías, cuando da gusto pasear por las calles... un día para pasarlo aquí.
Se hará de noche y llegará la hora de dar sepultura al Señor: en la Procesión del Santo Entierro y de la Virgen de los Dolores, el recogimiento y silencio sobrecogerán de nuevo, los judíos se recriminarán mutuamente la muerte de Jesús a la voz de “Tú, tú, yo, yo no, atrás quea”…
Y HABLARÁ DE NUEVO EL SILENCIO…
Y se hará el silencio en Iznájar. Y se escuchará arder la cera. La calle será una bóveda y la noche una selva muda y cada uno podrá escuchar a su memoria. Volveremos a soñar porque volveremos a callar. Y sólo hablará Jesús con el griterío celestial de su mirada.
Largo silencio de plata
cruza unos labios callados
por una muerte inmediata
con un habito morado.
¿Qué está pasando, qué suena?,
Que aun siendo noche temprana
Hay un silencio que truena
No sabéis?
Es un pobre Galileo
Que apenas nadie había visto
Antes de que fuera reo,
Y al que llaman... Jesucristo
Vuelve de nuevo a su templo
Entre el silencio feroz
Del que la gente da ejemplo:
Hablar sin dar ni una voz.
En sus ojos penitentes
Brilla una luz de centeno.
Iznajar, devotamente
Ve pasar mi nazareno
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