nunca tuve un honor tan gaditano:
pregonar el jolgorio más pagano
que soñó en su resaca don Carnal…
Nací en el olivar de Andalucía,
he vivido en Madrid, Londres, Granada,
pero me enamoré del carnaval
y me vine a cantarle a la Bahía”.
“Cádiz es mi pasión y mi destino,
la estación terminal de mi camino.
Cádiz es mi rescate y mi hasta luego,
mi patria, mi rincón, mi olor, mi fuego.
Cádiz es mi presente y mi futuro,
mi afán, mi corazón tan inseguro.
Cádiz es el lugar donde reposo,
mi sueño del verano más hermoso.
Cádiz es libertad bajo la luna,
Cádiz es más bonita que ninguna”.
“Cádiz es mi obsesión y mi retiro,
mi canción, el lugar donde me inspiro,
mi tertulia, mi risa, mi Ipanema,
mi cuerda de guitarra, mi poema,
el sitio donde junto a mis amigos
con la Bahía de Cádiz por testigo.
Cádiz es la ciudad que me vacila,
el lugar que mejor carga mis pilas
Cádiz es la más loca fantasía
de quien vive en calle melancolía.
Vacuna contra tanto desamparo,
antídoto de un mundo triste y raro.
Cádiz es mi retrato en un espejo
donde me veo más guapo y menos viejo.
Cádiz es una amante clandestina
por quien muere de amor un tal Sabina”.
“Cádiz, Falla, Ruibal, Pemán, Quiñones,
Cádiz es libertad con dos cojones.
Cádiz es el poniente y el levante,
el pisha, el shosho, el quillo y el mangante.
Mi cómo, mi porqué, mi tú, mi dónde,
morfina de un dolor que no se esconde.
Cádiz: la primavera en pleno invierno,
donde a Madrid le pongo un par de cuernos.
Cádiz es mi hospital y mi verbena,
mi patria de adopción, mi nochebuena.
El mejor zulo para el buen corsario
que no tiene reloj ni calendario.
Que sabe distinguir el bien y el mal,
que vive en un eterno carnaval”.
“El carnaval es un fuego
que agita el mítico juego
de la duda.
Y si pa’ colmo es en Cádiz
Torra, Puigdemont y Artadi,
me la sudan.
Ni Venecia y su tronío
ni las mulatas de Río
me dejan bizco.
Yo prefiero esta Bahía
patrona de la osadía
con pellizco.
Mi voz de lija y café
no se pregunta el porqué
de las pasiones.
En estas fuentes abrevo
y sé que a Cádiz le debo
mil canciones”.
“Carnaval es la muerte de la rutina,
es el disfraz, la coña, el pan y la sal.
Es la fiebre, el veneno y la medicina,
es el duende, el delirio, el sueño, el azar.
Carnaval el es arte de los farsantes,
la guasa hecha tanguillo, cuplé, canción.
Carnaval es la murga, los currelantes,
una peña que canta mejor que yo”.
“Villegas, Martínez Ares,
el Yuyu y tantos juglares
que me salvan
del talento que agoniza,
del Selu al Tío de la Tiza
y Paco Alba.
Viva la risa señores
que vacuna los dolores
con su aroma.
Estoy harto, basta ya,
de ensalzar la seriedad
viva la broma…”.
“Y aquí termina el pregón
aprovechad la ocasión
y disfrutad.
Viva el goce y la quimera,
el disfraz, la primavera,
el carnaval”.
✍ Joaquín Sabina
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